martes, 13 de mayo de 2008

un sueño

Estaba el cuadro de Gurdjieff tirado en el piso, una pata de una silla verde de mi comedor lo pisaba. Le preguntaba a Andy que que onda, si lo iba a vender o que. Me iba, llendome del lugar, tratando de cruzar una puerta, no podía. No podía curzar la puerta, no podía caminar, caminaba pero no avanzaba, daba pazos pero no avanzaba. Alguien me empuja y salto a un lugar con pasto, y aparece Gurdjieff.
Le cuento lo que me acaba de pasar y me dice, bueno... puedo confiar en vos? -Claro, le digo. Me dice, mirá, estás trancada en fa. Hay que trabajar para sacarte de ahi, Trabajemos entonces. Estábamos en un lugar así con mucho verde, resplandeciete el verde del pasto. Habían otras personas que también trabajaban, hacíamos rondas, cambiábamos de lugar unos con otros.
Y en un momento vienen volando unos pajaritos. Cinco pájaritos, cada uno de ellos con una bolsa de plásitco trasparente inflada sostenida por el pico.
Volando hacían un baile sincronizado muy perfecto, una coreografía hermosa. Yo me daba cuenta que era Gurdjieff el que los manejaba. Vuelan para un lado y para el otro, era como estar en un cuento de hadas, era hermoso.
Dejan caer las bolsas y caen papeles, hojas escritas. Uno de mis compañeros, me dice, mirá! es tu letra. Miro la hoja y reconozco mi letra y un diagrama con la cruz maya. Sentí que tenía que desprenderme de esas anotaciones.
Se forma una ronda y voy caminando en paz, sobre el pasto esponjoso. En la ronda habían cinco enanitos, eran como duendes, tenían cara de pájaro. Ahí me daba cuenta que ellos habían sido los pájaros que minutos antes habían bailado. Venían a ayudarme. Me sentaba en la ronda.

y me desperté.

1 comentario:

priscila y sus nietos dijo...

Florcita no puedo descargar los libros de Ouspensky, pude bajar dos, pero no se como hacerle para bajar los otros.
Gracias por tus regalitos de amor, te lo dice otra pisciana madura de 54 años.
Cariñosamente
Priscilla